
Prevención de Lesiones en Golf
ETIOPATOGENIA - Origen o causa del desarrollo de una patología
Ante todos estos datos que hemos ido apuntando, la pregunta que inicialmente nos planteamos es ¿en qué momento de la práctica de este deporte es más frecuente la aparición de una lesión? Sin duda todos los autores coinciden que es durante la ejecución de swing.
Durante el resto de las actividades que tiene lugar en el golf, también puede surgir alguna lesión pero suelen tener un carácter agudo (esguince de tobillo, lumbalgia, por acarrear los palos de golf, etc.).
Para hacernos una idea de la energía, tanto potencial como cinética, que puede barajarse durante la ejecución del swing, baste decir que la velocidad que puede alcanzar la cabeza del palo antes de impactar con la bola es de 160 km. /h, y ello se consigue en un espacio muy corto de tiempo, alrededor de los 0,2 segundos.
Si a ello añadimos que el promedio de swings necesarios para cubrir los 18 hoyos es de unos 50 golpes y que en las sesiones de entrenamiento un jugador profesional da aproximadamente unos 300 por sesión, podemos tener una idea de la gran exigencia a que sometemos nuestras estructuras, y en especial a nuestro aparato osteomuscular. De aquí que no sea difícil que, sin una correcta técnica y una valoración médica previa del deportista, pueda aparecer una lesión aguda o por sobreuso. Durante el swing se ponen en acción alrededor de 60 músculos y 13 articulaciones.
Seguir LeyendoEPIDEMIOLOGIA -La frecuencia y los factores determinantes.

Pero nada más lejos de la realidad, algunos estudios llevados a cabo sobre una población importante de jugadores amateurs, como el realizado por McCarroll et al en 1990 sobre una población de 1144 jugadores de golf amateur de Indianápolis, mostraba una prevalencia de lesión del 62%, afectándose por igual tanto los hombres como las mujeres. Además, los jugadores que tenían un hándicap más bajo (1 al 9) y con edades mayores a los 50 años mostraban una prevalencia superior.
Los estudios de Batt (1992) sobre una población de 193 jugadores aficionados, miembros del Royal Worlington and Newmarket Golf Club, mostraba que un 32% de los practicantes en ese momento del golf sufrían una lesión vinculada al mismo. Algo inferiores son las cifras publicadas por Thériault et al (1996) sobre una población de 600 jugadores de golf, con una actividad regular desde hacía 3 años o más, que mostraban una incidencia del 25,2% (23,3% en los varoes y 29% en las mujeres).
Biomecánica del swing de golf
El momento del juego en el que se producen la mayoría de las lesiones es el swing, momento de máxima demanda de las estructuras músculo-esqueléticas.
El swing es un complejo proceso neuromuscular que implica un movimiento perfectamente coordinado de extremidades inferiores y superiores.
El swing puede dividirse en 6 fases que agruparemos en tres periodos bien diferenciados. Nos encontraremos en la extremidad superior y concretamente en el codo.
LESIONES - Patología del codo
La epitrocleitis o codo de golf, se observa con mayor frecuencia en el codo derecho en los jugadores diestros, después de un gesto repetido, con excesiva contracción muscular concéntrica (sobreuso) o si encontramos una resistencia durante el swing (traumatismo agudo), o por una tracción de los flexores de la muñeca en su inserción en el epicóndilo.
Por ejemplo, cuando la cabeza del palo impacta contra el suelo o contra la raíz de un árbol.
El codo de golf suele encontrarse con más frecuencia en los jugadores más inexpertos, y principalmente en las mujeres ya que éstas presentan un codo valgo asociado a una importante laxitud articular….
LESIONES - Patología de la columna.
Respecto al armónico, rítmico, clásico swing, el moderno utiliza todas las partes del cuerpo para obtener un swing más potente pero menos lesivo.
Tal como hemos mencionado anteriormente, la molestia más frecuente entre los jugadores de golf es el dolor en la columna lumbar. Aparece secundariamente en la rotación de columna lumbar en lo alto del backswing, con la consiguiente desrotación e hiperextensión de la misma en el downswing y follow-through.
Según Hosea y Gatt las fuerzas aplicadas en la columna dorsolumbar durante el swing actúan en 4 direcciones distintas: flexión lateral, tracción anteroposterior, rotación y compresión.
Excepto la compresión, las otras tres fuerzas llegan a alcanzar los altos niveles entre los jugadores amateurs. Por un lado, el jugador amateur quiere pegar a la bola tan fuerte como un profesional pero sin el refinamiento técnico de éste. Estas fuerzas pueden lesionar varios tejidos como músculos paravertebrales, discos intervertebrales, ligamentos fascetarias y arco posterior (espondilólisis).
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